Que pasò con la ley SOPA?
Larmar Smith, legislador republicano por Texas, finalmente retiró su controvertida propuesta legislativa conocida por la sigla
SOPA y de esa manera al menos por unas semanas amaina la tempestad que desató desde fines de noviembre del año pasado. La Stop Online Piracy Act (Ley Para Luchar Contra la Piratería en Internet) regresa al Comité de Justicia de la Cámara de Representantes de los EEUU para ser nuevamente debatida y aprobada, si merece ahí, en el curso del mes de febrero.
Vaya dispositivo legal que en sesión plenaria la Cámara de Representantes iba a debatir y votar en nada menos que 4 días, es decir el 24 de enero. Tremendo dispositivo que ponía en salmuera no solo a todas las páginas web que dependen de los servicios de servidor que se encuentran en suelo norteamericano, sino que ponía en peligro bajo la noble intención de proteger los derechos de propiedad intelectual la razón de ser del internet: El de haberse constituido desde el momento mismo de su aparición en un espacio de libre circulación y utilización de lo ahí existente.
Larmar Smith tuvo que ceder. Frente a él no solo estuvo la presidencia de los EEUU, al igual que los cuatro candidatos del Partido Republicano que se mantienen en liza en las primarias de esta organización política -quienes el día de ayer en el fragor de un debate en Carolina del Sur dijeron que no apoyaban la propuesta legislativa del texano-, sino también aquellos que encarnan lo nuevo y por lo tanto el porvenir en las comunicaciones: Google, Facebook, twitter, y millones de otros.
Las fuerzas de lo viejo, el portaestandarte de aquellos que no son capaces de proponer un modelo económico acorde con los avances tecnológicos y comunicacionales que imponen las TICs, y se aferran así a viejas prácticas normativas, muerde hoy el polvo de la derrota en el campo legislativo. Los campos en lucha han medido fuerzas y la balanza se ha inclinado con justicia a favor de quienes supieron leer desde un comienzo entre líneas y vieron surgir grises nubarrones en el horizonte de un mundo que desea vivir en libertad.
Sin embargo, hay que decir que si bien la sensatez ha ganado una batalla, esta no ha ganado la guerra. Pues como toda conflagración que involucra a la vida en sociedad, esta se desarrolla en diversos escenarios. Los ahora derrotados no se cruzarán de brazos y no descansarán. No es descabellado por ende suponer, tal como otros hacen, que lo sucedido con el portal Megaupload.com no constituya un mensaje claro para quienes creen que la arremetida
contra la ley SOPA resulta suficiente para saldar este conflicto de alcance planetario.